Historias de IA

¿Y si una Inteligencia Artificial nos observara todo el tiempo durante clases?

«Tuve un desempeño excelente (o al menos aceptable) durante todo el curso, pero el día del examen me sentí mal y reprobé y tuve que repetirlo todo» 

Seguramente más de alguno se siente identificado con esa frase y es que en la gran mayoría de países se sigue evaluando únicamente con un examen en papel en el que sólo se evalúa que tu memoria sea lo suficientemente buena como para retener información que alguien pensó que era conveniente para ti y para todos, aunque todos aprendemos de formas diferentes y somos mejores para diferentes temas.

Entonces, ¿la Inteligencia Artificial propone alguna solución a esto? 

Hay un par de propuestas que me parecen particularmente llamativas. La primera de esas propuestas es en la que usan Aprendizaje por Refuerzo para que el alumno pueda avanzar a su verdadero ritmo y no tener que esperar a los demás o aprender de verdad sin sentirse abandonado por el curso mismo.

Imagina que llegas a tu clase favorita y el maestro está hablando de un tema que te parece fascinante, un tema del que simplemente quieres saber más y te parece que la explicación del maestro es clara y lo vas siguiendo de forma impecable pero de pronto… alguien pregunta algo y el maestro debe regresar en su explicación, luego otro alumno pregunta y luego otro y al final, la clase que te pareció tan motivadora se convirtió en una clase aburrida.

Por otro lado, imagina que estás en una clase en la que parece que todos van entendiendo excepto tú y eso hace que te sientas frustrado por lo que dejas de prestar atención y la clase simplemente sigue.

La propuesta de usar Aprendizaje por Refuerzo en este caso es que la Inteligencia Artificial va aprendiendo de tí y va adaptando los cursos de acuerdo a tus conocimientos y habilidades, lo que significa que no tienes que ir al paso de los demás y no tiene que ser igual en todas las materias.

Pero este post trata sobre visión computacional, así que la segunda propuesta debe ser sobre eso. Pero primero, te doy un enfoque diferente al mismo problema.

En lo personal me parece que los maestros, y el sistema educativo mismo, se olvidan de que a quienes enseñan son personas, y según el nivel esas personas pueden estar pasando por problemas muy diversos, desde violencia familiar hasta problemas amorosos y en el trabajo lo que puede provocar que el alumno pierda la atención muy fácilmente o simplemente su cabeza esté pensando otras cosas. Sumado a esto, los maestros no suelen reconocer las expresiones de sus alumnos (o a algunos no les importan) y, por tanto, no son capaces de saber si su explicación les está gustando, aburriendo, divirtiendo o incluso enojando.

La propuesta es que una inteligencia artificial esté constantemente “viendo” las expresiones y comportamientos de los alumnos para determinar la emoción o el sentimiento de los alumnos durante la clase, pero ¿ya hay quien use éste tipo de tecnologías en el aula? 

Desde hace un par de años han estado saliendo noticias como esta o como esta en la que mencionan una escuela en china en la que están usando reconocimiento facial para determinar las emociones de los alumnos durante la clase. 

emociones de los alumnos durante la clase. 

Veo varias ventajas en usar ese tipo de tecnologías para monitorear el sentir de los alumnos:

Por clase:

  • Es perfectamente medible el desempeño del profesor más allá de sólo saber mucho (estoy seguro que en más de una ocasión hemos oído la frase «Es que sabe mucho, pero no sabe enseñar»).
  • Si el profesor cambia de dinámica podrá evaluar en más de una forma si tuvo éxito o no y en qué medida.
  • Es posible que el profesor tenga constantemente retroalimentación de sus clases y modificarlas según el resultado.
  • Se podría reconocer el momento exacto en el que cambió el sentimiento de la clase.
  • Hasta situaciones de acoso se podrían detectar.

Por alumno:

  • Se podría reconocer con mayor facilidad los gustos del alumno y encaminarlo con base en eso.
  • Si un alumno normalmente se muestra feliz pero un día su estado de ánimo cambia radicalmente se podría dirigir a ese alumno a atención psicológica.
  • Detección temprana de enfermedades psicológicas o psiquiátricas (como depresión).
  • Saber en qué momento se distrae el alumno (sacando el celular, por ejemplo).

Pero hay un ligero problema… ¿de verdad querríamos ser observados en clase y hasta qué punto se está invadiendo la privacidad del alumno?

Por un lado se podría hacer firmar a los padres, tutores o al mismo alumno un consentimiento en el que da derecho a la institución de realizar dichas prácticas, pero eso no quita la posible incomodidad que se llegue a provocar. Se tendría que hacer un cambio cultural (como en Inglaterra en la que todo es monitoreado constantemente) para lograr que se vea como algo normal, sin embargo, para que se logre eso, tendría que pasar bastante tiempo durante el cual ya haya escuelas que lo hagan y tendrán que pasar situaciones delicadas e incómodas (¿te imaginas detectar algún amorío entre un profesor y una alumna menor de edad?, eso sería ilegal, pero seguro se mete el sindicato) por lo que, en apariencia, podría ser algo bueno para el sistema educativo.

Pero, por otro lado, tenemos el derecho de que no se nos grabe sin nuestro consentimiento, tenemos el derecho de expresarnos libremente (sin dañar a otros) sin tener represalias, tenemos el derecho a simplemente no ser observados todo el tiempo.

Aunque tenemos todos esos derechos y nos sintamos vulnerados si se nos graba pensemos en lo siguiente: este tipo de sistemas nacen porque una persona no puede hacerlo todo el tiempo, ni procesar toda la información de tantas personas (¿te imaginas ver y analizar a 30 alumnos por salón durante 8 horas diarias?), además, sería la inteligencia artificial la que vea y dé los informes, no los directores o maestros, aunque sí se podría tener acceso a los videos grabados, si es que se graban, porque grabar y almacenar la cantidad de información generada podría resultar sumamente costoso para la institución.

Dado todo lo anterior, tal vez sea la forma que necesitamos para evaluar correctamente a los alumnos y al sistema educativo en general.

¿Tú qué opinas?